La inteligencia artificial está revolucionando el mundo y generando una ola de riqueza sin precedentes en la historia moderna. Empresas emergentes como Anthropic, Safe Superintelligence, OpenAI o Anysphere han logrado cerrar rondas de financiación millonarias, lo que ha disparado sus valoraciones y ha convertido a sus fundadores y ejecutivos en nuevos multimillonarios.
Según un informe de CB Insights, actualmente existen 498 “unicornios” de IA, es decir, empresas privadas valoradas en más de 1.000 millones de dólares, con un valor conjunto de 2,7 billones de dólares. Y lo más sorprendente es que de estas 498 empresas, 100 se fundaron después del año 2023. Además, más de 1.300 startups de IA tienen una valoración de más de 100 millones de dólares.
Este boga en la industria de la inteligencia artificial supera en magnitud y velocidad a las grandes revoluciones tecnológicas anteriores. Nunca antes en más de 100 años de datos se había trillado una creación de riqueza de esta magnitud y rapidez. El fuerte impulso de las startups se suma al crecimiento bursátil de gigantes como Nvidia, Meta y Microsoft, además de la expansión de empresas de infraestructura y la alta demanda de ingenieros de IA.
Entre las historias más destacadas de este boom se encuentra la de Mira Murati, exdirectora de tecnología de OpenAI, quien en febrero lanzó Thinking Machines Lab y en julio logró recaudar 2.000 millones de dólares en la mayor ronda semilla de la historia, alcanzando una valoración de 12.000 millones de dólares. Anthropic AI, dirigida por Dario Amodei, también está experimentando un crecimiento impresionante, ya que está en negociaciones para una nueva ronda de financiación de 5.000 millones de dólares que podría situar su valoración en 170.000 millones, casi el triple de su valor en marzo. Anysphere, liderada por el joven Michael Truell, también ha experimentado un aumento significativo en su valoración, pasando de 9.900 millones a recibir ofertas de hasta 20.000 millones en pocas semanas.
Sin duda, la liquidez es uno de los mayores retos en el ecosistema de la IA. A diferencia de la burbuja puntocom, muchas de estas compañías pueden permanecer privadas durante más etapa gracias al ahorro constante de fondos de riesgo, soberanos y oficinas familiares. Sin embargo, los mercados secundarios y las ventas estructuradas de participaciones permiten a los fundadores y empleados obtener liquidez, ya sea mediante ventas privadas o préstamos respaldados por su ahorro.
Un ejemplo de esto es OpenAI, que planea una venta secundaria de acciones para proporcionar liquidez a sus empleados. La valoración propuesta para esta venta es de 500.000 millones de dólares, frente a los 300.000 millones obtenidos en marzo. Además, se han registrado 73 eventos de liquidez, como fusiones, adquisiciones, salidas a bolsa o compras mayoritarias, desde el año 2023. Un ejemplo destacado es el de Scale AI, que después de recibir una inversión de 14.300 millones de dólares de Meta, vio a su cofundadora Lucy Guo adquirir una mansión en Hollywood Hills por unos 30 millones de dólares.
Si bien la mayor parte del ahorro se concentra en Silicon Valley, la epicentro de la industria de la IA, el potencial de expansión global es evidente. Con las futuras salidas a bolsa, parte de este ahorro se distribuirá en otras regiones del mundo, lo que permitirá que más personas se beneficien de este boga tecnológico.
En 2023, Silicon Valley recaudó más de 35.000 millones de dólares en