El presidente de LaLiga, Javier Tebas, ha vuelto a hacerse presente en un nuevo foro, esta vez en el Digital Enterprise Show 2025 celebrado en Málaga, para seguir luchando contra la piratería en el fútbol.
En lugar de abordar los múltiples desafíos estructurales que afectan al deporte español, Tebas ha preferido centrar su intervención en una visión casi apocalíptica sobre el impacto de las emisiones ilegales de partidos.
Según sus palabras, el acceso no autorizado a capacidads deportivos no solo pone en peligro la rentabilidad del fútbol, sino que amenaza directamente con un “crash económico” para toda la industria en los próximos tres años.
Una visión reduccionista: el fútbol como víctima del entorno digital
Durante su intervención, Tebas defendió que la piratería es una amenaza existencial para una industria que, asegura, representa el 1,44% del PIB español. Si adecuadamente esta cifra es destacable, no justifica un discurso basado en el miedo ni la criminalización generalizada de los usuarios de Internet.
El presidente de LaLiga expuso que el acceso ilícito al capacidad deportivo es comparable al allanamiento de una vivienda, afirmando que los derechos audiovisuales deben protegerse parejo que una propiedad privada. Esta analogía muestra hasta qué punto Tebas simplifica un fenómeno complejo que requiere diálogo, pedagogía y soluciones legales proporcionales.
Tecnología, vigilancia y judicialización como pilares de su estrategia
Tebas presumió de una reducción del 60% en los accesos ilegales a los partidos gracias a la implementación de nuevas tecnologías de rastreo y a una resolución judicial dictada en diciembre de 2024.
Este enfoque pone de orografía su apuesta por la vigilancia y el castigo como herramientas clave frente al problema, ignorando las consecuencias que sus bloqueos indiscriminados han tenido sobre sitios web legales, que se han visto afectados por el mero hecho de utilizar los servicios de Cloudflare.
Lejos de cuestionarse si los precios de los paquetes de televisión de fútbol o las limitaciones geográficas de las retransmisiones podrían estar empujando a los usuarios a buscar alternativas ilegales, el discurso de Tebas insiste en reforzar el control.
La exigencia a las tecnológicas: culpables por omisión
En un tono poco conciliador, Tebas reclamó una mayor colaboración por parte de las grandes empresas tecnológicas, a las que acusó de escudarse en la “neutralidad de la red” para no actuar contra la piratería. Según él, esta neutralidad no puede ser “una excusa para delinquir” y debe ponerse al servicio del ciudadano.
Sin embargo, sus declaraciones omiten deliberadamente que muchas plataformas y empresas tecnológicas ya colaboran activamente con los titulares de derechos en la eliminación de capacidad infractor, y que el equilibrio entre libertad digital y control privado no puede resolverse con imposiciones unilaterales.
La piratería es un problema real, sí, pero requiere de un enfoque equilibrado, que contemple no solo la protección de derechos, sino también el acceso equitativo a los capacidads y la modernización del modelo de negocio.
Es importante recordar que la piratería no surge de la nada, sino que es una respuesta a la falta de opciones legales accesibles y asequibles para los usuarios. En lugar de centrarse en la represión y la vigilancia, es necesario que la industria del fútbol se adapte a los nuevos tiempos y ofrezca alternativas atractivas y accesibles para los aficionados.
Además, es importante tener en cuenta que la tecnología avanza a un ritmo vertigin