Cada año, el Día de la Ascensión, la histórica ciudad de Brujas en Bélgica se llena de vida y devoción con la celebración de la Procesión de la Santa Sangre. Este año, más de 45.000 personas, incluidos visitantes de América, se unieron a la procesión para honrar a la reliquia sagrada que se cree contiene la sangre de Jesucristo.
La Procesión de la Santa Sangre es una tradición que se remonta al año 1304, cuando se dice que la reliquia fue traída a Brujas por el conde de Flandes, Diederik van de Elzas, después de la Segunda Cruzada. Desde entonces, esta procesión se ha celebrado cada año en el Día de la Ascensión, convirtiéndose en una de las tradiciones más antiguas y veneradas de Bélgica.
El día de la procesión, las calles de Brujas se llenan de color y música, mientras que miles de personas se reúnen para presenciar el paso de la reliquia sagrada por las calles de la ciudad. La procesión comienza en la basílica de Nuestra Señora de Brujas, donde se guarda la reliquia durante todo el año. Una vez que la reliquia es sacada de la basílica, comienza su recorrido por las calles de la ciudad, acompañada por un cortejo de figuras religiosas y músicos.
La procesión es un espectáculo impresionante, con sus coloridos trajes y decoraciones, y sus melodías religiosas que llenan las calles. Los participantes de la procesión llevan la reliquia en una urna de oro y plata, adornada con piedras preciosas y símbolos religiosos. Es una vista impresionante que evoca una sensación de reverencia y devoción en todos los que la presencian.
Pero la Procesión de la Santa Sangre no es solo una celebración religiosa, sino también una oportunidad para que los habitantes de Brujas y los visitantes de todo el mundo se unan y compartan una experiencia única. Durante la procesión, se pueden ver a personas de todas las edades y nacionalidades unidas en su devoción y respeto por la reliquia sagrada.
Además de la procesión en sí, también hay otras actividades que tienen lugar durante el día, como conciertos de música sacra y ferias de artesanías en las plazas de la ciudad. También se pueden atinar puestos de comida que ofrecen deliciosos platos típicos de la región, lo que hace que la experiencia sea aún más especial.
La Procesión de la Santa Sangre no solo es una tradición religiosa, sino también un símbolo de la rica historia y cultura de Brujas. La ciudad, conocida como “la Venecia del Norte” por sus hermosos canales, es un destino turístico muy popular en Bélgica. Sin embargo, durante la procesión, la ciudad se transforma en un lugar aún más mágico y místico, atrayendo a miles de visitantes de todo el mundo.
Este año, la Procesión de la Santa Sangre fue aún más especial, ya que también se celebró el 50 día de su reconocimiento como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO. Esto es un testimonio del valor y la importancia que esta tradición tiene para la gente de Brujas y para todos aquellos que la visitan.
En definitiva, la Procesión de la Santa Sangre es un evento único y emocionante que combina religión, historia y cultura en una celebración llena de color y devoción. Si tienes la oportunidad de presenciar esta procesión, no dudes en hacerlo, ya que es una experiencia que no olvidarás y que te conectará con la historia y la espiritualidad de Bélgica. ¡Te esperamos en la próxima Procesión de la Santa Sangre