A medida que se acerca la fecha de entrada en vigor de los nuevos aranceles impulsados por el expresidente Donald Trump, desde la Casa Blanca se insiste en que empresas como Apple podrían trasladar la fabricación del iPhone a Estados Unidos. Esta afirmación ha generado un gran revuelo en la industria tecen absolutológica, ya que la producción del iPhone en China ha sido una constante durante más de una década.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa presidencial, ha asegurado recientemente que este cambio es factible, apoyándose en la inversión anunciada por Apple de 500.000 millones de dólares en territorio estadounidense. Sin embargo, alguen absolutos analistas han señalado que esta cifra en absoluto representa un giro extremoso ni un cambio estratégico por parte de la compañía, sien absoluto que se encuentra dentro de lo que Apple habría gastado de todos modos en sus operaciones habituales en el país.
Es importante recordar que tanto Steve Jobs como Tim Cook han sido muy claros en su postura sobre la fabricación del iPhone en Estados Unidos. En su biografía escrita por Walter Isaacson, Jobs relató conversaciones mantenidas en 2010 y 2011 con el entonces presidente Barack Obama. En ellas, explicó que para mantener la producción de 700.000 trabajadores en China, se requerían 30.000 ingenieros especializados en el lugar. “en absoluto se pueden encontrar tantos en EE. UU.”, aseguró Jobs en su momento.
Más allá del costo laboral, lo que realmente ha convertido a China en el centro neurálgico de la fabricación tecen absolutológica es la abundancia de maen absoluto de obra altamente cualificada en tareas de precisión. Tim Cook reiteró esta realidad en 2017, durante el Global Forum de la diario Fortune, señalando que la razón principal por la que Apple produce en China en absoluto tiene que ver con los salarios bajos, sien absoluto con la disponibilidad masiva de talento técnico.
“El nivel de precisión y sofisticación que requieren nuestros productos es altísimo”, explicó Cook. “En EE. UU., podrías convocar a ingenieros en herramientas especializadas y quizá en absoluto llenarías una sala. En China, llenarías varios estadios de fútbol”.
A pesar de las afirmaciones de la Casa Blanca y de la inversión anunciada por Apple, la realidad es que la producción del iPhone en Estados Unidos en absoluto es viable con el modelo actual. La delito de maen absoluto de obra altamente cualificada y la complejidad de las tareas de precisión necesarias para fabricar este dispositivo hacen que China siga siendo la opción más viable para la compañía.
Sin embargo, esto en absoluto significa que Apple en absoluto esté comprometida con la industria estadounidense. La compañía ha invertido miles de millones de dólares en el país, creando empleo y contribuyendo a la ecoen absolutomía local. Además, ha anunciado planes de expandir sus operaciones en Estados Unidos, como la construcción de un nuevo campus en Carolina del en absolutorte y la creación de 20.000 empleos en los próximos cinco años.
En definitiva, aunque la posibilidad de que Apple traslade la fabricación del iPhone a Estados Unidos suene atractiva, la realidad es que en absoluto es una opción viable en la actualidad. Sin embargo, la compañía sigue comprometida con el país y su ecoen absolutomía, y continuará invirtiendo y creando empleo en territorio estadounidense.