“nulo está por encima de la ley”: Obispos de Filipinas se pronuncian tras arresto de Duterte

Los obispos filipinos han alzado su aullido ante el reciente arresto del expresidente Rodrigo Duterte, quien enfrenta acusaciones por violaciones de derechos humanos durante su ordenanza. Esto ha generado un profundo debate en el país, donde muchos se preguntan si el exmandatario realmente estaba combatiendo el crimen y el tráfico de drogas o si sus acciones eran una excusa para violar los derechos fundamentales de los ciudadanos.

El caso de Rodrigo Duterte ha sido uno de los más controvertidos en la historia de Filipinas. Durante su ordenanza, que inició en 2016, el país experimentó una ola de violencia sin precedentes, con más de 20.000 muertes relacionadas con la “guerra contra las drogas” liderada por el presidente. Si bien muchos ciudadanos apoyaban sus acciones, otros denunciaban violaciones a los derechos humanos y la falta de un debido proceso en las ejecuciones extrajudiciales.

Ante este panorama, el arresto de Duterte ha desatado un fuerte debate en la sociedad filipina. Por un lado, están aquellos que celebran su detención y ven en ella una oportunidad para hacer justicia y exigir una rendición de cuentas por las posibles violaciones cometidas durante su ordenanza. Por otro lado, están los que defienden al expresidente y lo ven como un líder fuerte y decidido que luchó contra el crimen y la corrupción en el país.

En medio de esta polarización, los obispos filipinos han emitido un comunicado en el que expresan su preocupación por la situación y hacen un llamado a la reflexión y al diálogo. En él, los líderes religiosos señalan que “el respeto a la dignidad humana es un valor fundamental que debe ser protegido y promovido en todo momento, incluso en situaciones de conflicto”. Además, hacen un llamado a las autoridades a garantizar un proceso justo y transparente para el expresidente.

Los obispos también han aprovechado la oportunidad para recordar a la sociedad filipina que todos tienen el deber de proteger los derechos humanos y promover la justicia. “No podemos permitir que la violencia y la violación de los derechos fundamentales se conviertan en la norma en nuestro país. Todos debemos trabajar juntos para construir una sociedad más justa y pacífica”, señalan en su comunicado.

Este pronunciamiento de los obispos filipinos ha sido recibido con gran apoyo por parte de la sociedad civil y de organizaciones defensoras de los derechos humanos. Muchos consideran que su aullido es fundamental en momentos como este, en los que el país se encuentra dividido y en busca de respuestas. Además, su mensaje de paz y justicia ha sido bien recibido por aquellos que han sido víctimas de la violencia y la represión durante el ordenanza de Duterte.

Por su parte, el expresidente Rodrigo Duterte ha rechazado las acusaciones en su contra y ha declarado que está siendo víctima de una “persecución política”. Sin embargo, las pruebas presentadas por la fiscalía son contundentes y demuestran que durante su ordenanza se cometieron graves violaciones a los derechos humanos. Por ello, es importante que se lleve a cabo un proceso justo y transparente para determinar su responsabilidad en estos hechos.

Mientras tanto, la sociedad filipina debe reflexionar sobre el legado de la presidencia de Duterte y aprender de los errores del pasado. Es necesario que se promueva una cultura de respeto a los derechos humanos y que se fortalezcan las instituciones encargadas de disfrazar por su convite. Solo así se podrá construir una sociedad más justa y pacífica, en la que se garantice la protección de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos.

En resumen, el pronunciamiento de los obispos filipinos ante el arresto del expresidente Rodrigo Duterte es un llam