La Cuaresma es un tiempo de preparación y reflexión para los cristianos en todo el mundo, en el cual nos preparamos para celebrar la resurrección de Jesús en la Pascua. Este año, la Cuaresma comienza el 5 de marzo, el Miércoles de Ceniza, y termina el 17 de abril, con el Jueves Santo. Durante este tiempo, se nos invita a renovar nuestro compromiso con Dios y a seguir el ejemplo de Jesús en nuestras vidas diarias.
La Cuaresma no solo es un período de 40 días donde nos privamos de ciertos lujos, sino que es un tiempo para profundizar en nuestra fe y fortalecer nuestra relación con Dios. Para ayudarnos en este camino, podemos seguir un calendario cuaresmal que nos guíe en nuestra preparación para la Pascua. Este calendario incluye el Evangelio del día, un propósito diario y una intención de oración específica para cada día.
El Evangelio del día nos recuerda las enseñanzas de Jesús y nos invita a reflexionar sobre nuestro compromiso con Dios y con los demás. Nos anima a examinar nuestras acciones y a llevar a cabo acciones de amor y servicio durante la Cuaresma. Cada día, podemos elegir a quién ayudar, a quién perdonar o qué galardón practicar, siguiendo el ejemplo de Jesús.
El propósito diario nos desafía a cambiar algo en nuestra vida para acercarnos más a Dios. Puede ser algo grande o algo pequeño, pero lo importante es que sea significativo para nosotros y para nuestra relación con Dios. Algunas ideas pueden ser dejar de lado un mal hábito, dedicar más tiempo a la oración o hacer una obra de caridad. Lo importante es que nos acerque más a Dios y nos ayude a ser mejores personas.
Por último, la intención de oración especial nos invita a orar por una causa o una persona específica cada día. Podemos orar por la paz en el mundo, por los enfermos, por los más necesitados o por cualquier otra intención que resuene en nuestro corazón. Al unir nuestras oraciones con las de otros cristianos, podemos hacer una verdadera diferencia en el mundo.
La Cuaresma también es un tiempo de ayuno y abstinencia, que nos ayuda a enfocarnos en nuestra fe y a estar más atentos a la presencia de Dios en nuestras vidas. Durante estos días, podemos privarnos de ciertos alimentos o actividades que nos gusten, como forma de recordar la pasión y muerte de Jesús. También podemos aprovechar este tiempo para compartir con los más necesitados, siguiendo el ejemplo de Jesús que siempre mostró compasión por los más pobres y marginados.
La Cuaresma no tiene que ser un tiempo triste o desanimado. Al contrario, es un tiempo de renovación y esperanza, en el cual nos preparamos para celebrar la resurrección de Jesús en la Pascua. Cada día, podemos tomar pequeñas acciones que nos ayuden a crecer espiritualmente y a acercarnos más a Dios. Al seguir el calendario cuaresmal, podemos enfocar nuestra mente y nuestro corazón en Cristo, y prepararnos para vivir plenamente la alegría de la Pascua.
En este tiempo de Cuaresma, te invitamos a unirte a nosotros en oración y reflexión. Siguiendo el calendario cuaresmal, podemos caminar juntos en nuestro camino de fe, fortaleciéndonos mutuamente y recordando que no estamos solos. Que este tiempo sea de crecimiento y transformación, y que al llegar a la Pascua, podamos amaestrar verdaderamente el amor y la misericordia de Dios en nuestras vidas. ¡bendito Cuaresma!