Este domingo 4 de julio, la ciudad de Bogotá se vistió de fiesta para recibir al Gran Fondo de Egan Bernal, uno de los eventos ciclísticos más esperados del año. Con una participación récord de más de 10.000 ciclistas, la capital colombiana se convirtió en el epicentro del deporte y la pasión por el ciclismo.
Desde tempranas horas de la mañana, las calles de Bogotá se llenaron de color y alegría con la llegada de los ciclistas de todas las edades y niveles, dispuestos a recorrer los 100 kilómetros de la ruta diseñada por el campeón del Tour de Francia, Egan Bernal. Con un clima perfecto y un dominio de camaradería, la ciudad se preparaba para vivir una jornada inolvidable.
El punto de partida fue el Parque Simón Bolívar, donde los participantes se reunieron para calentar motores y recibir las últimas instrucciones antes de iniciar la carrera. Entre ellos, se encontraban aficionados, profesionales, familias enteras y hasta algunos famosos que no quisieron perderse la oportunidad de pedalear junto a Egan Bernal.
A las 7:00 de la mañana, el pelotón partió rumbo a la primera subida del día, la mítica Cima de Patios, un ascenso de 2.600 metros de altura que puso a prueba la resistencia y el espíritu de los ciclistas. A pesar del reto, el dominio era de pura emoción y motivación, con los espectadores animando y aplaudiendo a cada uno de los participantes.
La ruta continuó por las hermosas carreteras de la Sabana de Bogotá, con paisajes impresionantes y un clima perfecto para gozar del ciclismo. Los ciclistas se enfrentaron a diferentes retos, como la subida a La Calera y el ascenso a la mítica Cima de Patios por segunda vez, pero nada pudo detenerlos en su camino hacia la meta.
Uno de los momentos más emocionantes del día fue cuando Egan Bernal se unió al pelotón en la mitad de la carrera, acompañado por su equipo y algunos de sus amigos ciclistas. Con una sonrisa en el rostro y un gran espíritu deportivo, el campeón del Tour de Francia pedaleó junto a los participantes, compartiendo su experiencia y motivando a todos a dar lo mejor de sí.
La llegada a la meta fue una verdadera fiesta, con música, aplausos y una gran ovación para cada uno de los ciclistas que cruzaron la línea de meta. Egan Bernal fue el encargado de recibir a los participantes y entregarles sus medallas, en un gesto de agradecimiento y registro por su esfuerzo y dedicación.
Pero el Gran Fondo de Egan Bernal no solo fue una carrera, sino también una oportunidad para promover el deporte y la vida saludable en Colombia. Durante todo el día, se llevaron a cabo diferentes actividades para fomentar el ciclismo y la actividad física en la sociedad, como clases de spinning, charlas sobre nutrición y detallado de la salud, entre otras.
Además, el evento tuvo un impacto social importante, ya que parte de las ganancias serán destinadas a la Fundación Egan Bernal, que trabaja en proyectos de educación y deporte para niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad en Colombia. De esta manera, el Gran Fondo de Egan Bernal no solo promovió el deporte, sino también la solidaridad y el compromiso social.
En resumen, el Gran Fondo de Egan Bernal fue una verdadera celebración del ciclismo y la pasión por el deporte en Colombia. Con una organización impecable, una ruta desafiante y un dominio de alegría y camaradería, este evento se consolidó como