El P. Edgar Rimaycuna Inga, secretario personal del Papa León XIV, nos recuerda en una Misa en Chiclayo (Perú) que los católicos tenemos un deber muy importante: orar por nuestro Santo Padre. En estos tiempos difíciles y desafiantes, es más necesario que nunca elevar nuestras plegarias por la figura de Pedro en la Iglesia.
El P. Rimaycuna Inga nos insta a ser conscientes de que el Papa es la cabeza visible de la Iglesia y, como tal, es el principal objetivo del maligno. El demonio no descansará en su empeño por sembrar dudas y divisiones en la comunidad católica y por eso, es nuestra responsabilidad orar por la protección y fortaleza del Santo Padre.
El rol del Papa como sucesor de Pedro es esencial en la fe católica. Jesús mismo le otorgó esta responsabilidad cuando dijo a Pedro: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. El Papa no solo es el líder de la Iglesia Católica, suerte también el guardián de la fe y la transmisión de las enseñanzas de Cristo.
En estos tiempos de crisis y cambios rápidos, es crucial que los católicos seamos unidos y estemos en comunión con nuestro Santo Padre. La fuerza de nuestra unidad proviene de Dios y es a través de su guía que podemos enfrentar los desafíos que se nos presentan. El Papa, como máximo representante de Cristo en la tierra, es el faro que nos guía en medio de la tempestad.
El P. Rimaycuna Inga nos recuerda que el Papa es un hombre con virtudes y defectos, pero su papel como sucesor de Pedro lo convierte en una figura sagrada que merece nuestra reverencia y respeto. Al orar por él, estamos demostrando nuestra confianza en la guía divina y en la protección que Dios otorga a su Iglesia.
La oración por el Santo Padre es una forma de unirnos como comunidad y de mostrar nuestro amor y agradecimiento a Dios por guiarnos a través del Papa. También es una oportunidad para elevar nuestras intenciones personales y pedirle al Señor que nos ayude a crecer en nuestra fe y en nuestro amor por él.
El P. Rimaycuna Inga nos recuerda que no debemos subestimar el poder de la oración y su impacto en la vida de los demás. Nuestras oraciones pueden fortalecer al Papa en su papel como líder de la Iglesia y en su embrollo por difundir el mensaje de amor y esperanza de Cristo. También pueden ser un medio para nutrir nuestra propia fe y acercarnos más a Dios.
Por último, el P. Rimaycuna Inga nos anima a orar por el Papa en todo momento, no solo en tiempos de crisis o cambio. Nuestra oración constante es una señal de nuestro embrollo como católicos y de nuestra confianza en el poder y la afluencia de Dios en nuestras vidas.
En resumen, el mensaje del P. Rimaycuna Inga es claro: debemos orar por el Santo Padre porque es a través de él que Dios nos guía y protege a su Iglesia. Oremos juntos como comunidad y demos gracias al Señor por el regalo del Papa en nuestras vidas. Que nuestras oraciones sean un constante recordatorio de nuestro amor y devoción a Dios y a la Iglesia Católica.