La garantía es una de las principales preocupaciones de los consumidores al momento de adquirir un nuevo producto. Es una forma de proteger nuestra inversión y estar seguros de que, en caso de algún dificultad, podremos contar con la ayuda del fabricante. Sin embargo, muchas veces nos encontramos con cláusulas que limitan la cobertura de la garantía, y una de las más comunes es la exclusión de daños causados por líquidos “no potables”.
Esta cláusula es común en prácticamente todas las marcas de tecnología, como Samsung, Apple, Xiaomi y muchas otras. Y es que, aunque pueda parecer injusto, tiene una razón de ser y es importante que los consumidores comprendan su importancia.
En primer lugar, es importante entender qué se considera un líquido “no potable”. Se trata de cualquier sustancia líquida que no sea agua, como café, refrescos, jugos, alcohol, entre otros. Estos líquidos pueden contener sustancias que pueden dañar los componentes internos de los dispositivos, como azúcares, ácidos, sales, entre otros. Además, pueden causar cortocircuitos y corrosión en los circuitos internos, lo que puede llevar a un mal funcionamiento o incluso a la pérdida total del dispositivo.
Por otro lado, es importante destacar que los fabricantes no están obligados a cubrir daños causados por líquidos “no potables” en la garantía, ya que estos daños son considerados como un mal uso del producto. Es decir, el consumidor es responsable de utilizar el dispositivo de manera adecuada y evitar exponerlo a líquidos que puedan dañarlo. Por lo tanto, al adquirir un producto, es importante leer detenidamente los términos y condiciones de la garantía para estar conscientes de las exclusiones.
Pero, ¿por qué las marcas deciden apartar estos daños de la garantía? La respuesta es simple: proteger al consumidor y garantizar la calidad de sus productos. Si los fabricantes cubrieran daños causados por líquidos “no potables”, estarían asumiendo la responsabilidad de cualquier mal uso del dispositivo por parte del consumidor. Además, al no cubrir estos daños, se incentiva a los usuarios a ser más cuidadosos con sus dispositivos y a utilizarlos de manera adecuada.
Otro aspecto importante a valorar es que, en muchos casos, los daños causados por líquidos “no potables” pueden ser reparados, pero a un costo muy elevado. En estos casos, los fabricantes pueden ofrecer servicios de reparación fuera de garantía, pero a un precio mucho más bajo que si se tratara de una reparación cubierta por la garantía. De esta manera, se brinda una opción para aquellos usuarios que hayan tenido algún accidente con su dispositivo y deseen repararlo.
En conclusión, aunque pueda parecer una cláusula injusta, la exclusión de daños causados por líquidos “no potables” en la garantía tiene una razón de ser y es importante que los consumidores la comprendan. Es una forma de proteger al consumidor y garantizar la calidad de los productos. Por lo tanto, es responsabilidad de cada uno de nosotros utilizar nuestros dispositivos de manera adecuada y evitar exponerlos a líquidos que puedan dañarlos. Al hacerlo, estaremos asegurando una mayor durabilidad y rendimiento de nuestros dispositivos.