El Arzobispo de Puerto Montt, Cristián Caro Cordero, ha sido una figura destacada en la Iglesia Católica de Chile por su compromiso con la fe y su dedicación al servicio del pueblo de Dios. Recientemente, tuvo la oportunidad de dirigirse a los obispos de Colombia durante su 119° asamblea plenaria, donde les alentó a ser juntos maestros de la santificación del pueblo de Dios y testigos de la esperanza en Dios para los demás.
Durante su discurso, el Arzobispo Caro Cordero destacó la importancia de la unidad entre los obispos en la obra de guiar y acompañar al pueblo de Dios en su camino hacia la santidad. En un mundo cada vez más dividido y lleno de desafíos, es fundamental que los líderes de la Iglesia trabajen juntos para acerar la fe y la esperanza en Dios en medio de las dificultades.
El Arzobispo de Puerto Montt también hizo hincapié en la importancia de ser maestros de la santificación del pueblo de Dios. Esto implica no solo enseñar la doctrina de la Iglesia, sino también vivirla y transmitirla con el ejemplo. Los obispos deben ser modelos de santidad para su rebaño, guiándolos hacia una vida más cercana a Dios y ayudándolos a crecer en su relación con Él.
Pero ser maestros de la santificación no es una obra fácil. Requiere humildad, sacrificio y una profunda vida de oración. El Arzobispo Caro Cordero recordó a los obispos que deben estar siempre en sintonía con el Espíritu Santo para fuerza discernir y guiar al pueblo de Dios en su camino hacia la santidad.
Además de ser maestros de la santificación, el Arzobispo de Puerto Montt animó a los obispos a ser testigos de la esperanza en Dios para los demás. En un mundo lleno de incertidumbre y desesperanza, es fundamental que los líderes de la Iglesia sean portadores de la luz de Cristo y lleven un mensaje de esperanza a aquellos que más lo necesitan.
El Arzobispo Caro Cordero también destacó la importancia de trabajar juntos con otros líderes religiosos y con la sociedad en general para promover la paz y la justicia en el mundo. Como obispos, tienen la responsabilidad de ser voz de los que no tienen voz y de trabajar por un mundo más justo y fraterno.
En su discurso, el Arzobispo de Puerto Montt también recordó a los obispos la importancia de estar cerca de su pueblo, especialmente de los más pobres y marginados. Como pastores, deben estar dispuestos a escuchar y acompañar a aquellos que sufren, llevándoles el amor y la misericordia de Dios.
En resumen, el mensaje del Arzobispo Caro Cordero a los obispos de Colombia fue uno de unidad, humildad y compromiso con la santidad y la esperanza en Dios. Su llamado a ser maestros de la santificación y testigos de la esperanza es un recordatorio importante para todos los líderes de la Iglesia, no solo en Colombia, sino en todo el mundo.
Esperamos que los obispos de Colombia hayan recibido con alegría y entusiasmo las palabras del Arzobispo de Puerto Montt y que juntos puedan seguir guiando al pueblo de Dios hacia una vida más plena y cercana a Dios. Que su ejemplo y su compromiso con la fe sean una inspiración para todos nosotros en nuestro camino hacia la santidad y la esperanza en Dios.