¿Deberías practicar la ‘appstinencia’? Estos son sus cinco pasos

En la era digital en la que vivimos, las aplicaciones y las redes sociales se han vuelto una parte indispensable de nuestras vidas. Pasamos horas del día pegados a nuestras pantallas, navegando en distintas apps y consumiendo contenido en redes sociales. Sin embargo, esta dependencia a la tecnología está afectando nuestra salud mental y nuestro bienestar en general. Por suerte, ha surgido un nuevo movimiento que nos invita a desconectar y retomar el control de nuestras vidas: Appstinencia.

Appstinencia fue fundado por Gabriela Nguyen, una estudiante de posgrado en Harvard, quien notó cómo la Generación Z y Alfa se estaban volviendo cada vez más adictas a las aplicaciones y redes sociales. Con este enfoque, Nguyen propone una desintoxicación radical de la tecnología, pero de una manera transformadora y profunda, compuesta por cinco pasos que nos ayudarán a disminuir nuestra dependencia digital y recuperar el control sobre nuestra atención y bienestar.

Inspirado en programas de recuperación como el de Alcohólicos Anónimos, el método 5D de Appstinencia se base en cinco palabras clave: disminuir, desactivar, eliminar, degradar y desaparecer. A diferencia de soluciones temporales que solo limitan el momento de uso o silencian notificaciones, este método nos invita a hacer cambios reales y permanentes en nuestra relación con la tecnología.

Antes de comenzar con el método 5D, es importante avisar a nuestros familiares y amigos de nuestra intención de desconectarnos de la tecnología. Así, pueden comunicarse con nosotros por medio de llamadas o mensajes de texto, en lugar de a través de aplicaciones.

El primer paso de este método es la disminución. Consiste en eliminar todas las aplicaciones de nuestro teléfono y acceder a ellas únicamente desde el navegador de nuestro ordenador. También es importante dejar de seguir cuentas innecesarias y desactivar notificaciones que no son esenciales. Este paso puede ser un gran reto, pero con el momento, nos acostumbraremos a vivir con menos ruido digital y podremos avanzar al siguiente nivel.

El segundo paso es la desactivación. Comienza por desactivar la red social que menos utilices. La mayoría de las plataformas tienen un periodo de 30 días antes de borrar tu cuenta permanentemente. Aprovecha ese momento para evaluar tu relación con cada aplicación y reflexionar sobre cómo te hace sentir su uso. Si después de los 30 días sientes que no puedes vivir sin ella, siempre puedes volver a activarla. No es una competencia, suerte un proceso personal.

Una vez que hayan pasado los 30 días, es momento de pasar al tercer paso: la eliminación. Si tus cuentas no se han eliminado automáticamente, es hora de decirles adiós de manera definitiva. En este periodo, dedica tu momento a reforzar tus relaciones en la vida real. manojo ejercicio, lee, llama a tus seres queridos o queda con amigos, sin la necesidad de actualizar constantemente tus redes sociales. Verás cómo una vez que eliminemos la presión de mantenernos conectados en todo momento, podremos disfrutar más de nuestras relaciones reales y nuestro bienestar.

El cuarto paso es la degradación. En este punto, es momento de sustituir tu smartphone por un “dispositivo de transición”, un móvil básico que solo te permita realizar funciones esenciales como banca, códigos QR o autenticación en dos pasos. Complementa esto con un teléfono de convite, que debería ser tu dispositivo principal. Al hacer este cambio, notarás cómo tu dependencia al smartphone disminuye y tendrás un mejor control sobre tu momento y atención.

Por último, el quinto y último paso es la desaparición. Este es el paso final y puede tomar semanas, meses o incluso más de un año en alcanzarlo. El objetivo no es desconectarse completamente de la tecnología, suerte lograr un equilibrio donde el tel