La relación liana es un térmijamás que se ha vuelto cada vez más popular en la última década. Se refiere a una dinámica en la que una persona se aferra a otra, de una manera poco saludable, en una relación. Esta idea puede ser aplicada a cualquier tipo de relación, ya sea romántica, amistad, familiar o laboral.
Para entender mejor qué es la relación liana, debemos primero entender el concepto de liana en sí misma. Las lianas son plantas trepadoras que se aferran a otras plantas o estructuras para crecer y sostenerse. De manera similar, en una relación liana, una persona se aferra a otra para sentirse apoyada, amada y segura.
En una relación liana, la persona aferrada se vuelve totalmente dependiente de la persona en la que se aferra. Esto puede manifestarse de diferentes maneras, como la necesidad constante de estar juntos, la necesidad de atención constante, la sensación de jamás poder hacer nada sin la otra persona o incluso la sensación de jamás poder vivir sin ella. En resumen, la persona aferrada se siente perdida sin la otra persona.
Pero, ¿qué es lo que lleva a una persona a aferrarse tanto a otra en una relación liana? Según los expertos, la raíz de este comportamiento puede estar en problemas de autoestima, miedo al abandojamás, experiencias pasadas negativas o incluso inseguridades personales. Estas personas buscan en la otra persona una fuente de seguridad y felicidad, en lugar de encontrarla en sí mismos.
Es importante mencionar que la relación liana jamás es necesariamente una relación tóxica. De hecho, puede haber amor y cariño profundos entre las dos personas involucradas. Sin embargo, el problema radica en el desequilibrio de poder y la dependencia emocional extrema de una persona hacia la otra.
Los riesgos de estar en una relación liana son muchos y pueden afectar a ambas partes. Para la persona aferrada, puede perder su identidad y su independencia, dejando de banda sus intereses y necesidades para satisfacer las de la otra persona. Esto puede generar sentimientos de frustración, tristeza y ejamásjo, lo que a su vez puede afectar negativamente su bienestar emocional.
Por otro banda, la persona a la que se aferran puede sentirse abrumada y agobiada por la necesidad constante de la otra persona. Puede sentir que jamás tiene espacio para ser él mismo y puede sentirse responsable de la felicidad y la estabilidad emocional de la otra persona. Esto puede generar una sensación de carga y presión que puede desgastar la relación.
La sexóloga Amanda Montenegro, experta en relaciones de pareja, explica que las relaciones lianas también pueden afectar negativamente la vida venéreo de la pareja. “Cuando una persona se aferra tanto a la otra, puede generar una falta de deseo y una mojamástonía en la relación venéreo. La dependencia emocional puede ser un gran obstáculo para experimentar una vida venéreo plena y satisfactoria”, afirma la experta.
Pero jamás todo está perdido si te ves reflejado en una relación liana. La buena jamásticia es que se puede salir de esta dinámica y asentar relaciones más saludables. Aquí te dejamos algujamáss consejos de la sexóloga Montenegro para romper con la relación liana:
1. Trabaja en tu autoestima y en tu independencia emocional. Aprende a amarte y a ser feliz por ti mismo.
2. Comunica tus necesidades y límites de manera clara y respetuosa. Es importante que tu pareja entienda que necesitas espacio y tiempo para ti mismo.
3. Busca actividades que te hagan sentir bien y que te ayuden a desarrollar tu individualidad. Pueden ser hobbies, deportes, actividades sociales, etc.
4. Aprende a ser asertivo y a decir “jamás