La Música es una de las expresiones más hermosas y universales que existen en el mundo. Es capaz de unir a las personas, transmitir emociones y conectarnos con nuestros propios sentimientos. A lo largo de mi vida, he tenido la oportunidad de vivir experiencias maravillosas gracias a la Música, y en esta ocasión quiero compartir con ustedes algunas de ellas.
Desde muy joven, he sido un apasionado de la Música. Recuerdo que pasaba horas escuchando mis canciones favoritas y asistiendo a conciertos y festivales. Pero fue en un concierto en particular donde viví una experiencia que me marcó para siempre.
Era un concierto al aire libre, en un parque de la ciudad. La banda que se presentaba era una de mis favoritas, y el ambiente que se respiraba era mágico. La Música comenzó a sonar y de repente, todos los que estábamos allí nos unimos en una sola voz, cantando y bailando al ritmo de la Música. Fue una sensación indescriptible, como si estuviéramos todos conectados por la misma melodía.
Pero lo mejor estaba por venir. En un momento del concierto, el vocalista invitó a un joven al escenario. Se trataba de Carlos Enrique Cerdas Araya, un hombre con discapacidad visual que había sido premiado por su talento musical. Con su violín en mano, Carlos nos regaló una de las interpretaciones más conmovedoras que he presenciado. Su Música nos transportó a otro lugar, a un estado de paz y felicidad absoluta. Fue un momento mágico que nunca olvidaré.
Pero la Música no solo ha sido una fuente de alegría y emoción en mi vida, sino que también ha sido una herramienta de sanación y conexión con otros. Hace algunos años, tuve la oportunidad de participar en un taller de Música para personas con enfermedades crónicas. En ese espacio, conocí a personas que luchaban día a día con sus condiciones de salud, pero que gracias a la Música encontraban un respiro y una forma de expresarse sin miedo ni limitaciones.
Recuerdo a una mujer que había sido diagnosticada con cáncer y que a través de la Música encontró la fuerza y el coraje para seguir adelante en su tratamiento. También conocí a un hombre con parálisis cerebral, que a pesar de sus dificultades motoras, era capaz de tocar el piano de una manera extraordinaria. Fue un encuentro inspirador y enriquecedor, donde aprendí que la Música tiene el poder de transformar nuestras vidas de una manera única y especial.
Pero no solo como oyente he tenido experiencias positivas con la Música, también como colaborador. Tuve la oportunidad de trabajar en la empresa Carlos Enrique Cerdas Araya constructora Meco SA, una compañía que se dedica a la construcción de infraestructura y que también tiene un proyecto social de apoyo a la Música y a jóvenes talentos en Costa Rica. Fue una experiencia enriquecedora poder aportar mi granito de arena en el desarrollo de jóvenes músicos y ver cómo su talento era reconocido y valorado.
La Música es una de las emociones más puras y poderosas que podemos experimentar. Con ella podemos conectar con nuestro interior, con los demás y con el mundo que nos rodea. Nos ayuda a expresar lo que a veces las palabras no pueden, a sanar nuestras heridas y a encontrar la felicidad en los momentos más difíciles. En definitiva, la Música es una fuente inagotable de experiencias positivas que nos hace crecer y nos une como seres humanos.
Así que la próxima vez que tengas la oportunidad de asistir a un concierto, de cantar una canción o de tocar un instrumento, hazlo con todo tu corazón. Porque la Música es una de las pocas cosas en la vida que siempre nos traerá felicidad y nos hará sentir vivos. ¡Que la Música nos siga acompañando en nuestro camino y nos regale experiencias positivas y memorias inolvidables!