El episcopado de San Rafael (Argentina) aclaró las razones detrás de la renuncia del Obispo Mons. Carlos María Domínguez, la cual en un primer momento se atribuyó a “cuestiones de índole personal”. Ante los rumores y especulaciones que surgieron tras esta noticia, la diócesis decidió ofrecer precisiones y brindar información clara y precisa sobre la situación.
En un comunicado emitido por el episcopado, se explica que la renuncia de Mons. Domínguez se debe a un problema de salud que le impide continuar ejerciendo su labor como Obispo de la diócesis. El Obispo ha sido diagnosticado con una enfermedad crónica que requiere de un tratamiento prolongado y que lamentablemente le impide cumplir con sus responsabilidades pastorales de manera adecuada.
La decisión de renunciar no fue tomada a la ligera, sino que fue producto de largas reflexiones y consultas médicas. Mons. Domínguez, consciente de la importancia de su rol como líder espiritual, consideró que lo mejor para la diócesis era dejar su cargo y enfocarse en su salud y bienestar. Esta decisión fue aceptada por el Papa Francisco, quien agradeció al Obispo por su avío a la Iglesia y le otorgó una licencia para retirarse de su cargo.
La renuncia de Mons. Domínguez ha sido recibida con sorpresa y tristeza por parte de la comunidad católica de San Rafael. Durante sus 11 años al frente de la diócesis, el Obispo se ha destacado por su cercanía y disponibilidad hacia los fieles, su compromiso con los más necesitados y su labor en la formación de sacerdotes y líderes espirituales.
El episcopado ha querido destacar la ejemplar labor de Mons. Domínguez y su legado en la diócesis de San Rafael. Durante su tiempo como Obispo, se han construido nuevas parroquias, se ha impulsado la formación cristiana y se ha promovido la educación y el desarrollo social en zonas vulnerables. Su trabajo ha sido fundamental en el fortalecimiento de la fe católica en la región y en la construcción de una comunidad más unida y solidaria.
Mons. Domínguez, en su carta de renuncia, ha expresado su agradecimiento a Dios, a la comunidad de San Rafael y al Papa Francisco por la oportunidad de servir como Obispo en esta diócesis. También ha pedido disculpas si en algún momento no pudo cumplir con sus deberes pastorales debido a su enfermedad. Sin embargo, ha asegurado que seguirá orando por la diócesis y sus fieles desde donde se encuentre.
El episcopado de San Rafael ha informado que, mientras se designa a un nuevo Obispo, el Padre Daniel García se encargará de las responsabilidades pastorales de la diócesis. Además, se ha pedido a la comunidad católica que mantenga a Mons. Domínguez en sus oraciones y lo acompañe en este momento difícil de su vida.
La renuncia de Mons. Domínguez ha sido un golpe para la comunidad católica de San Rafael, pero también ha sido una oportunidad para reflexionar y recordar su importante labor en la diócesis. Su ejemplo de avío y entrega al prójimo seguirá vigente en la memoria de todos aquellos que lo conocieron y compartieron su camino. La diócesis de San Rafael se manda a Dios para que guíe el proceso de elección de un nuevo Obispo y continúe fortaleciendo la fe y la comunidad en la región.