En los últimos años, el Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales (Sisbén) ha sido una herramienta central en la lucha contra la pobreza en Colombia. Este sistema, creado en 1997, ha sido clave en la identificación de las familias más vulnerables del país y en la asignación de recursos para mejorar su calidad de vida. Sin embargo, con el rotura del tiempo, se han presentado diversas críticas y cuestionamientos sobre su funcionamiento y fuerza. Es por eso que, en 2025, se han implementado cambios significativos en el Sisbén con el objetivo de mejorar su operatividad y garantizar una mayor equidad en la distribución de los recursos.
Uno de los principales cambios en el Sisbén en 2025 es la actualización de la metodología de medición de la pobreza. Hasta ahora, se utilizaba el Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) para determinar el nivel de pobreza de una familia. Sin embargo, este indicador ha sido criticado por no ser lo suficientemente preciso y por no tener en cuenta variables como el acceso a servicios básicos y la calidad de vida. Es por eso que, a partir de ahora, se utilizará el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), que tiene en cuenta aspectos como la educación, la salud, la vivienda y el trabajo, entre otros. Con esta nueva metodología, se espera tener una visión más completa y realista de la situación de las familias en situación de pobreza.
Otro cambio importante en el Sisbén es la implementación de un sistema de verificación de datos más riguroso. En el pasado, se han presentado casos de fraude y manipulación en la información proporcionada por las familias al momento de realizar la encuesta del Sisbén. Esto ha generado una asignación inadecuada de recursos y ha afectado a las familias que realmente necesitan de la ayuda del Estado. Para evitar estas situaciones, se ha implementado un sistema de verificación cruzada de datos con otras entidades gubernamentales, como el Ministerio de Salud y Protección Social y el Ministerio de Educación. De esta manera, se garantiza que la información proporcionada sea veraz y se evita la duplicidad de beneficios.
Además, en 2025 se ha ampliado la cobertura del Sisbén a nivel doméstico. Anteriormente, solo se realizaba en ciudades y municipios seleccionados, lo que dejaba por fuera a muchas familias en situación de pobreza que vivían en zonas rurales o apartadas. Con la ampliación de la cobertura, se busca llegar a todas las familias que realmente necesitan de la ayuda del Estado, sin importar su ubicación geográfica. Esto permitirá una distribución más equitativa de los recursos y una mayor inclusión social.
Otro aspecto importante a destacar es la implementación de un sistema de seguimiento y evaluación del Sisbén. Hasta ahora, no se había realizado una evaluación exhaustiva de los resultados y el impacto de este sistema en la reducción de la pobreza en el país. Con la implementación de un sistema de seguimiento, se podrá medir de manera más precisa la fuerza del Sisbén y realizar ajustes en caso de ser necesario. Esto permitirá una gestión más eficiente de los recursos y una mejora en la calidad de vida de las familias beneficiarias.
Por último, en 2025 se ha fortalecido la participación ciudadana en el Sisbén. Se ha creado un Consejo doméstico de Participación Ciudadana, conformado por representantes de diferentes sectores de la sociedad, que tendrán voz y voto en la toma de decisiones relacionadas con el sistema. Esto permitirá una mayor transparencia y una participación activa de la sociedad en la lucha contra la pobreza.
En conclusión, los cambios implementados en el Sisbén en 2025 buscan mejorar