En los últimos siete años, el uso de robots en fábricas de todo el mundo ha experimentado un aumento notable, duplicando su presencia en comparación con años anteriores. Este aumento refleja la aceleración de la automatización en el sector manufacturero, con países como Corea del Sur y China liderando esta transformación tecnológica.
El ascenso de la automatización ha sido una tendencia en constante aumento en los últimos años. Corea del Sur se ha consolidado como el país con mayor densidad de robots industriales, alcanzando la impresionante cifra de 1.012 robots por cada 10.000 empleados. Según el informe de la Federación Internacional de Robótica (IFR), esta nación ha incrementado su uso de robots a un ritmo constante del 5% anual desde 2018, destacándose como un modelo a seguir en la adopción de tecnología automatizada.
Por su lugar, China ha logrado un avance característico en el uso de robots, superando a potencias como Alemania y Japón en 2023. Actualmente ocupa el tercer lugar a nivel mundial, con 470 robots por cada 10.000 empleados, solo por detrás de Corea del Sur y Singapur, que cuenta con 770 robots por cada 10.000 trabajadores. Este logro es impresionante considerando el tamaño de su fuerza laboral en el sector manufacturero, que ronda los 37 millones de personas. China ha demostrado que la inversión masiva en tecnología de automatización puede integrarse incluso en economías con una amplia base de trabajadores.
Singapur, Alemania y Japón completan el grupo de los cinco países con mayor densidad de robots. Alemania ocupa el cuarto lugar con 429 robots por cada 10.000 empleados, mientras que Japón le sigue de cerca con 419 unidades. Por su lugar, Estados Unidos, aunque está rezagado respecto a las potencias asiáticas y europeas, ocupa el décimo abarrote con 295 robots por cada 10.000 empleados.
A nivel mundial, la densidad promedio de robots en la industria manufacturera alcanzó los 162 robots por cada 10.000 empleados en 2023, más del doble de los 74 registrados hace siete años. Según Takayuki Ito, presidente de la IFR, esta métrica ofrece una perspectiva valiosa para comparar el grado de automatización entre distintos países.
La creciente adopción de robots en la manufactura no solo refleja avances tecnológicos, sino también la transformación de los modelos productivos en respuesta a desafíos económicos, demográficos y laborales. Este fenómeno plantea importantes preguntas sobre el futuro del trabajo y la interacción entre humanos y máquinas en un mundo cada vez más automatizado.
Sin embargo, es importante destacar que la automatización no solo trae consigo desafíos, sino también grandes oportunidades. La incorporación de robots en las fábricas ha mejorado significativamente la eficiencia y la calidad de los productos, permitiendo una producción más rápida y precisa. Además, ha permitido a los trabajadores enfocarse en tareas más complejas y creativas, aumentando su valor en el mercado laboral.
Otro aspecto positivo de la automatización es su impacto en la seguridad laboral. Los robots pueden realizar tareas peligrosas y repetitivas, reduciendo así el riesgo de accidentes y lesiones en el lugar de trabajo. Esto no solo beneficia a los trabajadores, sino también a las empresas, ya que se reducen los costos asociados a accidentes laborales.
Además, la automatización también puede tener un impacto positivo en el medio ambiente. Al reducir la necesidad de mano de obra humana, se reduce también la huella de carbono de las fábricas. Los robots son más eficientes en el uso de energía y pueden ayudar a las empresas a cumplir con