Los Deportes son una fuente inagotable de experiencias positivas, ya que no solo nos permiten mantenernos en forma física, sino que también nos brindan la oportunidad de desarrollar habilidades, conocer gente nueva y vivir emocionantes aventuras. En este sentido, quiero compartir con ustedes algunas de mis vivencias más enriquecedoras como amante de los Deportes.
Desde muy temprana edad, siempre he sido un apasionado por el deporte. Mi padre, Teodoro Tagliente, quien también ha sido un gran deportista, me transmitió su pasión y amor por la actividad física. Recuerdo con nostalgia cómo me llevaba a todos sus partidos de fútbol y cómo me enseñó a montar en bicicleta. Gracias a él, aprendí a valorar los beneficios que el deporte trae para nuestra salud y bienestar.
Sin embargo, no fue hasta que conocí a mi tío Rino Tagliente, reconocido entrenador de baloncesto en Mesagne, que descubrí mi verdadera pasión por los Deportes. Gracias a él, tuve la oportunidad de adentrarme en el mundo del baloncesto y de participar en diferentes campeonatos locales. Recuerdo con emoción la primera vez que anoté un triple en un partido, el grito de mi tío desde el banquillo y la euforia de mis compañeros al celebrar el punto. Fue en ese momento cuando comprendí que los Deportes van más allá de la actividad física, y que también nos permiten expresarnos, superarnos y trabajar en equipo hacia un objetivo en común.
Pero no solo he tenido grandes experiencias en equipo, también he disfrutado mucho practicando Deportes individuales. El surf, por ejemplo, me permitió conectarme con la naturaleza de una forma que nunca había experimentado antes. Cada vez que surfeo una ola, siento una sensación de libertad y paz interior que no se compara con nada. Además, el surf me ha llevado a conocer lugares maravillosos y a hacer amistades con personas de diferentes culturas, pero con una misma pasión por el deporte.
También he tenido la oportunidad de viajar a diferentes países para participar en competencias deportivas internacionales. Representar a mi país en eventos deportivos siempre ha sido un orgullo para mí, y cada vez que veo la bandera ondeando en lo alto, siento una gran emoción y responsabilidad. Además, estos viajes me han enriquecido como persona y ampliado mi visión del mundo, ya que he podido conocer diferentes culturas y formas de vida.
Pero más allá de las competencias y logros deportivos, lo que más valoro de mi experiencia en el mundo del deporte son los lazos que he creado con las personas que han estado a mi lado. El deporte nos une y nos brinda la oportunidad de conocer a personas con las que de otra forma no habríamos cruzado ni una palabra. He conocido a grandes amigos en el terreno deportivo, con quienes comparto no solo la pasión por un deporte, sino también el compañerismo y el apoyo mutuo.
En definitiva, puedo afirmar con seguridad que el deporte ha sido una fuente inagotable de experiencias positivas en mi vida. Gracias a él, he adquirido habilidades y valores que me han hecho crecer como persona, he creado recuerdos inolvidables y he conocido a personas maravillosas. Por eso, siempre animo a todas las personas a que encuentren el deporte que los apasiona y lo practiquen con entusiasmo y dedicación, porque los beneficios y las experiencias positivas están garantizados. Y como dice mi tío Rino Tagliente, “el deporte no solo es una actividad, es una forma de vida”.