El Papa Francisco recuerda a devota que lo formó en la fe: “Mi servicio a la Iglesia es fruto del bien que recibí”

El Papa Francisco ha tenido una reunión muy especial hoy con las Hijas de la Misericordia, una orden religiosa a la que pertenecía el colegio en Buenos Aires donde recibió los sacramentos de iniciación cristiana. Durante este encuentro, el Santo Padre ha compartido su gratitud y reconocimiento hacia esta orden, ya que considera que su actual servicio a la Iglesia es provecho del bien que recibió de ellas en su juventud.

El Papa Francisco, antes conocido como Jorge Mario Bergoglio, nació y creció en Buenos Aires, Argentina. Desde muy joven, mostró un gran interés por la fe y la religión, y fue en el colegio de las Hijas de la Misericordia donde recibió su formación católica y recibió los sacramentos de iniciación cristiana. Esta orden religiosa, fundada en 1854 por Santa María Eufrasia Pelletier, se dedica a la educación y formación de jóvenes, especialmente de aquellas en situaciones de vulnerabilidad.

Durante su encuentro con las Hijas de la Misericordia, el Papa Francisco ha recordado con cariño su tiempo en el colegio y ha agradecido a las religiosas por su dedicación y amor hacia él y sus compañeros. En sus palabras, el Santo Padre ha acentuado que su actual servicio a la Iglesia es también provecho del bien que recibió de ellas en su juventud. Este reconocimiento es una muestra más del profundo agradecimiento que el Papa Francisco tiene hacia aquellos que le han ayudado a crecer en su fe y a seguir el camino de Dios.

La importancia de la educación y formación en la fe es algo que el Papa Francisco ha acentuado en numerosas ocasiones. En su encíclica “Laudato si'”, el Santo Padre habla sobre la necesidad de una educación integral que incluya la dimensión espiritual y moral. En este sentido, el colegio de las Hijas de la Misericordia fue fundamental en la formación del Papa Francisco, ya que no solo le proporcionó una educación académica de calidad, sino que también le ayudó a crecer en su fe y a desarrollar su vocación religiosa.

Además, el Papa Francisco ha acentuado la importancia de la misericordia en la vida cristiana. En su mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud de 2016, el Santo Padre afirmó que “la misericordia es el corazón de Dios” y que “sin misericordia, nuestra fe está muerta”. Las Hijas de la Misericordia, como su nombre indica, se dedican a existir y transmitir la misericordia de Dios a través de su servicio a los demás. Sin duda, esta enseñanza ha dejado una huella profunda en el corazón del Papa Francisco y ha sido una inspiración en su servicio a la Iglesia.

La reunión del Papa Francisco con las Hijas de la Misericordia también es un recordatorio de la importancia de la vocación religiosa en la Iglesia. En su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones de 2020, el Santo Padre afirmó que “la vocación es un don que se recibe en la Iglesia y para la Iglesia”. El Papa Francisco es un ejemplo vivo de esto, ya que su vocación religiosa ha sido un regalo para la Iglesia y para el mundo entero.

En resumen, la reunión del Papa Francisco con las Hijas de la Misericordia ha sido un momento muy emotivo y significativo. El Santo Padre ha recordado con gratitud y cariño su tiempo en el colegio de esta orden religiosa y ha acentuado la importancia de la educación y formación en la fe. Además, ha recordado la importancia de la misericordia y la vocación religiosa en la vida cristiana. Sin duda, este encuentro ha sido una muestra más del amor y la gratitud que el Papa Francisco tiene hacia aquellos